Paul Ospital: incongruente, desconectado de Querétaro y sin rumbo político claro

5/9/20252 min read

Santiago de Querétaro, Qro., 9 de mayo de 2025

En política, la congruencia es una virtud escasa, y en el caso del diputado Paul Ospital Carrera, parece brillar por su ausencia. En días recientes, Ospital intentó criticar el proceso de reforma judicial local asegurando que “nada nos obliga a hacerla con las patas”. Sin embargo, para muchos queretanos, esa frase parece describir con precisión la manera en que ha manejado su propia carrera política.

Desde su llegada a Movimiento Ciudadano, tras saltar por distintos partidos y posturas sin arraigo ni principios sólidos, Ospital ha sido señalado por su oportunismo y falta de conexión real con las causas y preocupaciones del pueblo queretano. Cambia de color, de discurso y de alianzas con una facilidad que pone en duda cualquier convicción ideológica.

Las y los queretanos no olvidan. Saben quién es quién y reconocen cuando alguien solo busca escalar posiciones sin pisar el terreno ni escuchar a la ciudadanía. Paul Ospital no conoce verdaderamente a los queretanos, ni su historia, ni sus necesidades. Habla de cuidar a las familias y la tranquilidad del estado, pero su carrera ha estado marcada más por el cálculo político que por el compromiso real con la gente.

Hoy critica los errores del nivel federal como si nunca hubiera sido parte del sistema que tanto daño ha hecho, como si su paso por distintas trincheras no hubiera contribuido al desgaste de la política. Lo hace desde una supuesta superioridad moral que no se sostiene frente a su historial de contradicciones.

Decir que no se debe legislar “con las patas” suena irónico viniendo de un político que ha dado tumbos de un lado a otro, movido por intereses personales más que por causas sociales. Su paso por la política ha sido más de forma que de fondo, más de discursos vacíos que de resultados concretos.

En Querétaro, la memoria política está viva, y a Ospital se le va a recordar siempre por su falta de identidad, su falta de raíces y por haber sido uno de los tantos políticos que, en lugar de construir con seriedad, prefirió navegar con la bandera que más le conviniera en el momento.