"Operación Silencio": El encubrimiento de Morena ante la crisis de desapariciones

La “Operación Silencio” del gobierno de Morena ha generado indignación y desconfianza ante la crisis de desapariciones en México.

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3/25/20251 min read

Cada día, más familias mexicanas viven con miedo. La violencia no se detiene y el gobierno sigue poniendo excusas. La crisis de seguridad y desapariciones en el país ha alcanzado niveles alarmantes, mientras que la administración federal, encabezada por Morena, ha optado por estrategias evasivas en lugar de ofrecer soluciones concretas.

Recientemente, Alejandro "Alito" Moreno, presidente del PRI, criticó la ineficacia del gobierno de Morena en el combate a la violencia, señalando que la estrategia de "abrazos, no balazos" solo ha generado omisión y caos. Según datos oficiales, desde el inicio de los gobiernos de Morena, se han registrado más de 208,000 homicidios dolosos, lo que refleja una crisis de seguridad sin precedentes en México.

Sin embargo, mientras la dirigencia priista exige resultados, el gobierno de Morena enfrenta su propio escándalo: la llamada "Operación Silencio". Esta estrategia se ha convertido en un intento de minimizar las críticas y encubrir la crisis de desapariciones forzadas en el país.

Un ejemplo claro es el caso de Teuchitlán, Jalisco, donde se descubrió un rancho utilizado por el Cártel Jalisco Nueva Generación para secuestros y asesinatos. Ante la indignación pública y la exigencia de justicia, la respuesta gubernamental fue tardía y evasiva. A pesar de las declaraciones iniciales de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre reforzar la atención a desapariciones, su administración rápidamente cambió de rumbo, evitando el tema y optando por el silencio ante los reclamos de los colectivos de búsqueda.

El encubrimiento y la falta de acción no solo afectan a los familiares de las víctimas, sino que ponen en evidencia la doble moral del gobierno de Morena. Por un lado, prometen justicia y paz; por el otro, relegan las demandas sociales para proteger su imagen política.

México no necesita excusas. Necesita resultados. Porque cuando hay dolor, miedo e impunidad, no hay justicia ni tranquilidad. La exigencia de respuestas debe ser una prioridad, y el silencio del gobierno solo refuerza la impunidad que hoy azota al país.