Noroña ya no escucha: arremete contra ciudadanos en Ocuilan

Gerardo Fernández Noroña, senador y actual presidente de la mesa directiva del Senado, volvió a mostrar el rostro autoritario que lo ha caracterizado en los últimos meses. Esta vez, en Ocuilan, Estado de México, no toleró que la ciudadanía lo cuestionara y terminó en gritos e insultos durante un evento público.

En lugar de dialogar con respeto, Noroña perdió los estribos cuando los asistentes le exigieron respuestas sobre los problemas que enfrenta la región, como la tala ilegal. “No seas insolente”, le gritó a un ciudadano que intentaba expresar su opinión. Y lejos de atender las demandas de la comunidad, se dedicó a confrontar a quienes lo increpaban: “Así como te me pones de bravito, deberías de ponerte con quienes talan”, lanzó en tono burlón.

Lo ocurrido en Ocuilan no es un hecho aislado. Cada vez más personas perciben a Noroña como un político alejado de la realidad, que ha cambiado la lucha social por el protagonismo, y el compromiso con las causas ciudadanas por la soberbia del poder.

Hoy, Noroña parece más ocupado en pelear con el pueblo que en defenderlo. La paciencia se agota incluso entre quienes antes lo respaldaban. En vez de ser una voz crítica dentro de la 4T, se ha convertido en un factor de división y desgaste político.

Si el senador busca ser referente de la transformación, debería empezar por transformarse a sí mismo. Porque un político que no escucha, no representa.