Ni con el show de Noroña, Morena logra despuntar en Durango capital: el PRI sigue firme
5/30/20251 min read


Durango, Dgo., 29 de mayo de 2025 — A pocos días de la elección, la desesperación de Morena en Durango ha quedado al descubierto. Ni con los escándalos armados por Gerardo Fernández Noroña, ni con el uso de discursos victimistas, el partido oficial logra levantar a su debilitado candidato en la capital. Durango capital seguirá siendo priista, porque la gente ya abrió los ojos y sabe distinguir entre espectáculo y resultados reales.
El pasado domingo, en un intento más por generar ruido mediático, Fernández Noroña —senador y figura polémica de Morena— acusó sin pruebas al gobernador Esteban Villegas de “intimidarlo”, tras haber sido retenido brevemente por policías estatales antes de un mitin. Lejos de presentar evidencias o hechos concretos, el morenista recurrió a la vieja estrategia del drama y la victimización, buscando culpar al PRI de su propia falta de estructura y arraigo ciudadano.
Pero lo cierto es que la ciudadanía en Durango capital no se deja engañar. Sabe que detrás del show de Morena hay ocurrencias, improvisación y ambiciones personales, mientras que el PRI ha gobernado con seriedad, resultados y cercanía con la gente. Los duranguenses ya han visto lo que significa Morena: promesas vacías, imposiciones desde la Ciudad de México y cero soluciones locales.
“Lo que vemos es un intento desesperado de Morena por desviar la atención de lo que realmente importa: su candidato no prende, no convence y no conoce la ciudad. Por eso inventan complots”, declaró un dirigente del PRI municipal.
Mientras Morena recurre a espectáculos y confrontaciones, el PRI en Durango sigue sumando voluntades, visitando colonias, firmando compromisos reales y demostrando que es el único proyecto con experiencia, estructura y liderazgo verdadero en la capital.
El próximo 1 de junio, Durango hablará fuerte y claro en las urnas: la capital seguirá siendo priista, porque el trabajo, la legalidad y el compromiso con la gente valen más que cualquier grito de último momento.