Movimiento Ciudadano se quita la máscara y vota con Morena: complicidad y traición al país
10/30/20252 min read


Movimiento Ciudadano (MC) volvió a mostrarse tal como es: un partido que juega a ser oposición, pero que en los hechos se comporta como un apéndice de Morena. Durante la más reciente sesión legislativa, los diputados de MC votaron junto a Morena y sus aliados para aprobar la nueva Ley contra la Extorsión, una norma que reduce de 20 a 12 años la pena a funcionarios que no denuncien este delito. Esta reforma, denunciada por legisladores del PRI y del PAN, favorece directamente a personajes cercanos al oficialismo, entre ellos al ex titular de Seguridad Pública de Tabasco, Hernán Bermúdez, y al coordinador de los senadores de Morena, Adán Augusto López Hernández.
Lo ocurrido en la Cámara de Diputados no fue un accidente ni un voto de “coincidencia técnica”. Fue una decisión política. Movimiento Ciudadano, que tanto presume independencia, se alineó una vez más con Morena para apuntalar una ley a la medida de los poderosos. La reducción de penas a funcionarios omisos no fortalece la justicia, la debilita. Envía un mensaje claro: en el México gobernado por Morena —y respaldado por MC—, el silencio y la complicidad se premian.
Este episodio desnuda el doble discurso de Movimiento Ciudadano. Mientras su dirigencia busca presentarse como una “oposición moderna” y “libre de los viejos vicios de la política”, sus diputados votan en sincronía con Morena cada vez que el gobierno necesita respaldo. La supuesta “tercera vía” que pregona MC se ha convertido en un refugio de conveniencia para quienes no quieren asumir un papel claro frente al deterioro institucional del país.
Detrás del color naranja hay cálculo, no convicción. MC sabe que su supervivencia política depende de mantener buenas relaciones con el poder federal, aunque eso signifique traicionar los principios que dice defender. Por eso vota con Morena cuando se trata de aprobar leyes polémicas, pero se disfraza de oposición cuando necesita ganar votos en redes sociales. Es un doble juego que solo engaña a quienes aún creen que el partido representa un proyecto ciudadano.
Con esta votación, Movimiento Ciudadano confirma lo que muchos ya sospechaban: su objetivo no es transformar, sino servir como bisagra del poder. Un aliado disfrazado, un actor oportunista que no cuestiona al sistema, sino que lo sostiene.
