Movimiento Ciudadano: el traidor naranja que se arrodilla ante la 4T

De partido “diferente” a cómplice de Morena: su vergonzoso voto por Genaro Lozano desenmascara su hipocresía y deja claro que la oposición en México tiene un traidor dentro.

8/21/20252 min read

La nominación y ratificación de Genaro Lozano como embajador en Italia es un insulto al servicio diplomático mexicano y una muestra clara de la decadencia política que azota al país. Movimiento Ciudadano, con su voto a favor, no solo traicionó a la oposición, sino que avaló un nombramiento vergonzoso que exhibe el servilismo de quienes prefieren aplaudir al poder antes que defender el interés nacional. Lozano no tiene absolutamente ninguna experiencia diplomática, ninguna trayectoria en relaciones exteriores y ningún mérito en el campo que justifique enviarlo a representar a México en una nación de la talla de Italia. Su único “logro” es ser propagandista de la 4T, vocero encubierto de un régimen que premia la lealtad por encima de la capacidad.

El problema no es solo Lozano, sino lo que representa. El gobierno de Morena utiliza las embajadas como monedas de cambio, como premios de consolación o como refugios dorados para sus incondicionales. Con el voto de Movimiento Ciudadano, este descaro fue legitimado. Se trata de una humillación directa a los diplomáticos de carrera que han dedicado décadas a formarse, a representar a México con profesionalismo, solo para ver cómo un comentarista afín al poder se lleva un cargo de privilegio sin tener las credenciales necesarias. El mensaje es brutal: la lealtad política vale más que la preparación, y MC fue cómplice de ese atropello.

Genaro Lozano no es diplomático, no es experto en política internacional, no tiene trayectoria en negociaciones internacionales. Lozano es un personaje televisivo, un comentarista que abrazó abiertamente a la 4T y que hoy recibe como premio una embajada. Esto degrada el nivel de la política exterior de México y reduce nuestras representaciones diplomáticas a botines políticos repartidos entre los amigos del régimen. ¿De verdad MC cree que este es el perfil que merece representar a México en Europa? ¿O simplemente les convenía sumarse a la complicidad para no quedarse fuera de la mesa del poder?

Lo que Movimiento Ciudadano hizo con este voto no es menor: es una traición a la democracia y a la ciudadanía. Avalar a Lozano significa avalar el cinismo de la 4T, significa aceptar que la política exterior mexicana se use como pago a la propaganda, significa arrodillarse ante un sistema que destruye la oposición a cambio de favores. MC dejó de ser un partido crítico para convertirse en un comparsa más, un esquirol que entrega su voto, aunque eso signifique avalar un nombramiento indigno y vergonzoso.

El caso Lozano pasará a la historia como ejemplo del colapso de la política mexicana: un hombre sin méritos convertido en embajador, y un partido que presumía independencia transformado en cómplice servil. Este episodio no solo exhibe a la 4T, sino que sepulta cualquier credibilidad que le quedaba a Movimiento Ciudadano. México no merece diplomáticos improvisados ni partidos hipócritas: merece dignidad, congruencia y una oposición real.