Morena se desploma en Durango: ni con acarreados ni con su “plana mayor” lograron llenar sus cierres de campaña

Este sábado, Morena intentó demostrar fuerza con dos eventos masivos en Lerdo y Gómez Palacio, Durango, en lo que se perfilaba como el cierre de campaña de sus candidaturas locales. Sin embargo, la realidad fue abrumadora: el rechazo social fue más fuerte que cualquier estrategia de acarreo o cargada nacional.

A sabiendas del desinterés ciudadano, el partido guinda movilizó a su llamada “plana mayor”, una alineación que incluyó a la secretaria general del CEN de Morena, Carolina Rangel; el secretario de organización y también hijo del presidente, Andrés Manuel López Beltrán; así como los líderes estatales de Morena, Lourdes García; del PVEM, Gerardo Villarreal; y del PT, Gonzalo Yáñez.
Todos ellos acudieron a Durango como si su sola presencia pudiera cambiar el rumbo de una elección que ya les fue adversa desde hace semanas.

Pero no fue suficiente.

Las imágenes del evento no dejan lugar a interpretaciones: sillas vacías, gradas medio llenas y una candidata con discursos huecos ante una audiencia desangelada, que apenas respondía con palmas forzadas.
Lejos de proyectar fuerza, los actos reflejaron la decadencia de un partido que traicionó sus propias promesas.

Morena decía que primero eran los pobres, pero en Durango han gobernado dándoles la espalda. Hoy, los mismos ciudadanos que alguna vez les creyeron, les han cerrado la puerta y les gritan en silencio lo que las encuestas ya insinúan: el pueblo ya decidió y la esperanza, simplemente, se les murió.