¡Morena ha perdido el control del país! Tlaxcala no escapa del México violento que este gobierno ha dejado crecer

El asesinato brutal de un profesor universitario en Tlaxcala no es un hecho aislado: es otro eslabón más en la cadena interminable de violencia e impunidad que recorre México entero bajo el gobierno federal de Morena.

José Manuel López Juárez, docente en la Universidad Tecnológica de Tlaxcala y en el Cecyte, fue hallado sin vida en una barranca, con el rostro y la cabeza destrozados. El crimen, presuntamente cometido por un exalumno y su propia madre, refleja un país donde la violencia ha dejado de tener límites… y donde el Estado ha renunciado a su deber de proteger a los ciudadanos.

Tlaxcala, uno de los estados que hasta hace pocos años era considerado relativamente seguro, hoy también sangra. Y lo hace bajo el mando de un gobierno federal que ha soltado las riendas de la seguridad, ha debilitado las instituciones y ha normalizado el horror.

El asesinato de un maestro a manos de un joven, presuntamente motivado por un conflicto personal, y la participación de una madre que habría ayudado a encubrir el crimen, son el reflejo de una sociedad en descomposición, donde ya no hay autoridad moral, ni freno legal, ni temor a la justicia.

Y mientras eso ocurre, ¿qué hace el gobierno federal de Morena?
Nada. Minimiza los crímenes. Niega la violencia. Protege su narrativa aunque el país se caiga a pedazos.
Miles de desaparecidos, cuerpos en fosas, jóvenes asesinando profesores… y en Palacio Nacional solo se reparten culpas y frases vacías.

Este crimen en Tlaxcala debería encender todas las alarmas. Pero Morena prefiere mirar hacia otro lado antes que reconocer que su estrategia de “abrazos” ha sido un fracaso monumental.

México no merece vivir con miedo. Pero Morena ha hecho del miedo nuestra nueva normalidad.