“Layda Sansores traiciona a las mujeres: justicia selectiva en Campeche”
8/12/20251 min read


En Campeche, la justicia no es ciega: obedece al color guinda y a las órdenes de la gobernadora Layda Sansores. El caso de Susan Saravia es la prueba más vergonzosa de cómo Morena, que presume “defender a las mujeres”, en realidad protege y encubre a violentadores cuando tienen vínculos políticos.
Susan, una joven valiente que denunció a su agresor, se ha enfrentado no solo al trauma de la violencia, sino a un sistema podrido que opera para proteger al círculo cercano del poder. Las pruebas están ahí, pero en el gobierno de Morena, si el acusado es amigo, compadre o aliado político, la ley se dobla, se acomoda y hasta desaparece.
Mientras ciudadanos comunes reciben todo el peso de la ley por criticar o incomodar a la administración estatal, los violentadores con nexos morenistas caminan libres, con una sonrisa de impunidad y la certeza de que nada les pasará. Layda Sansores, que se llena la boca hablando de “sororidad” y “lucha contra la violencia de género”, guarda un silencio cómplice cuando las víctimas señalan a sus aliados.
La familia de Susan ha tocado todas las puertas buscando apoyo y respuestas. Han acudido a fiscalías, oficinas de gobierno, colectivos y medios, pero la maquinaria de encubrimiento de Morena es implacable. El mensaje que envía este gobierno es devastador: si eres mujer y tu agresor tiene padrinos políticos, no esperes justicia.
En Campeche, la doble moral de Layda Sansores ha quedado al descubierto: mano dura contra opositores y críticos, pero manos limpias —y bolsillos llenos— para proteger a sus incondicionales. El caso de Susan Saravia no solo es una tragedia personal, es el retrato de un gobierno que traiciona a las mujeres y que ha convertido la justicia en un privilegio para unos cuantos.
Bajo Morena y Layda, las víctimas no solo enfrentan a sus agresores, también luchan contra un Estado que ha decidido ponerse del lado del violento. Y en esa ecuación, la justicia siempre pierde.