Layda habla de género, pero calla ante la violencia

Mientras promete combatir la misoginia, su gobierno guarda silencio frente al caso de Susan Saravia y la impunidad de los agresores

8/14/20251 min read

La doble moral del gobierno de Morena en Campeche ha quedado en evidencia. Layda Sansores, quien en cada evento presume su compromiso con las mujeres y la lucha contra la misoginia, guarda un silencio sepulcral frente al caso de Susan Saravia, una joven que denunció a sus agresores y que hoy enfrenta no solo la impunidad de sus atacantes, sino también el abandono institucional.

El caso es un retrato de cómo funciona la justicia “a modo” bajo Morena: los acusados, presuntamente cercanos al círculo político de Sansores, permanecen libres, mientras la víctima y su familia recorren oficinas, ministerios y juzgados sin recibir respuestas ni protección. Las pruebas están ahí, pero la voluntad política brilla por su ausencia.

Colectivos feministas y organizaciones de derechos humanos han denunciado que esta omisión no es casualidad, sino parte de un patrón en el que el gobierno estatal actúa con dureza contra críticos y opositores, pero protege a quienes forman parte de su red de aliados. “Aquí no importa la ley, importa a quién conoces”, denunció una activista local.

La familia de Susan ha tenido que recurrir a redes sociales y medios de comunicación para exigir justicia, ya que el aparato estatal ha cerrado filas para evitar que el caso toque a los cercanos a Layda Sansores. El mensaje es devastador: bajo Morena, las mujeres pueden alzar la voz, pero si el agresor es del bando correcto, no habrá castigo.

Mientras la gobernadora sigue pronunciando discursos sobre igualdad y respeto, la realidad de Campeche la contradice. Susan y muchas otras mujeres viven el abandono de un gobierno que prefiere proteger a sus incondicionales antes que cumplir con la ley. En Campeche, con Morena, la impunidad no solo es costumbre: es política de Estado.