¡Explota la traición! Morena usa y humilla al Partido Verde en el Estado de México

La farsa de la coalición entre Morena y el Partido Verde se cayó en el Estado de México. Lo que durante años se vendió como una alianza estratégica, hoy está exhibido como un pacto desigual donde Morena solo utilizó al Verde como un accesorio electoral. Los reclamos ya estallaron y la ruptura en varios estados refleja lo que pasa en tierras mexiquenses: el Verde está harto de ser usado y despreciado por un partido que presume unidad, pero que solo reparte poder entre los suyos.

El mejor ejemplo de esta humillación es el del exgobernador Eruviel Ávila. Morena lo colocó como diputado, pero no le dio ni protagonismo ni respaldo. Su presencia es casi invisible, sin peso político ni influencia, reducido a un simple relleno en el Congreso. Para el Partido Verde, este caso representa la forma en que Morena trata a sus aliados: como piezas desechables que sirven para sumar votos, pero que jamás recibirán un papel digno en la toma de decisiones.

En el Estado de México, donde la fuerza electoral es clave para cualquier partido, Morena juega con fuego. El Verde es pequeño, sí, pero sus votos han marcado diferencia en contiendas cerradas. Hoy, con la fractura abierta, el resentimiento verde podría convertirse en una losa pesada para la 4T. Lo que parecía una coalición estratégica se convirtió en una relación tóxica, llena de desconfianza y reclamos, donde los guindas nunca cumplieron su palabra.

La crisis es evidente: Morena presume que puede ganar solo, pero el desgaste en el EdoMéx demuestra lo contrario. Con el Verde rompiendo filas, el escenario electoral cambia drásticamente y abre un frente de incertidumbre para el partido en el poder. La traición está consumada, y el mensaje es claro: ni siquiera sus “aliados” más cercanos confían ya en Morena. Lo que se vive hoy en el Estado de México podría repetirse en todo el país… y ahí sí, la 4T tendría que enfrentar su peor pesadilla: quedarse sola.