¡El descaro político de Calzada! La desgracia de las inundaciones en Querétaro usado para una vergonzosa precampaña

Querétaro aún no se recupera del golpe demoledor de las inundaciones que dejaron a cientos de familias con pérdidas totales, y la ciudadanía lucha por reconstruir sus vidas. Sin embargo, en medio de este panorama de desastre y dolor, el diputado federal Mario Calzada decidió que era el momento perfecto para hacer lo que mejor sabe: oportunismo político. Lejos de ser un verdadero apoyo, su aparición es una burda precampaña que utiliza el sufrimiento ajeno como telón de fondo para sus ambiciones. Su acción, además, se enmarca en un conflicto interno con su propio partido, buscando desesperadamente cualquier reflector que le dé legitimidad.

El legislador salió a presumir ante las cámaras y en redes sociales que los apoyos que llegaron a la zona damnificada, etiquetados como un cargamento de la Cámara de Diputados, fueron gestionados y enviados gracias a "su intervención", posando como el gran salvador. Pero la verdad es que esto es completamente falso. Los recursos son una gestión institucional directa del Congreso de la Unión—es decir, la ayuda llegó gracias a la institución a la que pertenece, no a su esfuerzo personal. Calzada, simplemente, se dedicó a interceptar el crédito, manipulando la información para que pareciera un logro individual, una desfachatez que raya en el cinismo.

Mientras las colonias estaban bajo el agua y la emergencia se encontraba en su punto más crítico, el diputado Calzada brilló por su ausencia. Su sensibilidad social pareció activarse únicamente cuando el lodo se secó y las cámaras de video estaban encendidas, listo para grabar un spot de precampaña pagado con el dolor de la gente. Esta actitud no es la de un servidor público comprometido, sino la de un político carroñero que ve en la desgracia una mina de oro electoral. Querer hacer carrera a costa de la desesperación de quienes lo perdieron todo es una bofetada a la dignidad queretana.

Aprovechar el dolor de las víctimas de una tragedia para simular apoyo y capitalizar políticamente la desgracia no es un acto de solidaridad; es el peor y más bajo oportunismo político. Es una traición a la confianza y a la ética que un representante popular debería tener. La ciudadanía no necesita selfies con despensas robando el crédito institucional, necesita acciones reales, transparentes y desinteresadas. Querétaro debe poner un alto a estos políticos de la simulación que convierten el sufrimiento en escalones para subir en la escalera del poder.