El campo de Campeche, en ruinas: la traición de Morena hunde a los campesinos en la miseria

Prometieron apoyos, sembraron mentiras. Hoy, el agro campechano se seca entre el abandono, la pobreza y el olvido.

Lo que Morena llamó “apoyo al campo” ha sido, en Campeche, una burla cruel. A casi tres años del gobierno de Layda Sansores, el campo está más pobre, más abandonado y más olvidado que nunca.

Lejos de dignificar la vida rural, la administración morenista ha asfixiado al sector agropecuario, recortando apoyos, desmantelando programas, y dejando a los productores a su suerte en medio de una crisis brutal.

“Nos prometieron esperanza y nos dejaron con las manos vacías”, denuncian campesinos de Hopelchén, Calakmul y Candelaria.

Campeche: tierra fértil, gobierno estéril

El agro campechano, uno de los motores históricos del estado, hoy está paralizado. Los productores enfrentan falta de semillas, fertilizantes, infraestructura, comercialización y seguridad. El campo no solo está solo: está en emergencia.

El gobierno de Morena y Layda Sansores ha sido incapaz de garantizar siquiera lo más básico, mientras las tierras se secan y las familias rurales se hunden en la desesperación.

De promesas a cenizas

Programas federales como Sembrando Vida han sido mal ejecutados, mal supervisados y, en muchos casos, utilizados con fines clientelares. En lugar de sembrar futuro, han sembrado dependencia, corrupción y frustración.

Los recortes a programas agrícolas estatales han sido letales. Las ferias de apoyo son pura escenografía, sin impacto real, sin seguimiento, sin resultados. Todo es fachada.

¿Y Layda? Calla, se toma la foto… y sigue derrochando

Mientras el campo campechano muere, Layda Sansores sigue gastando en propaganda y autopromoción. El sufrimiento rural no cabe en sus “Martes del Jaguar”, ni en sus discursos llenos de insultos y autoelogios.

Los campesinos no quieren cámaras, quieren agua. No quieren discursos, quieren semillas. No quieren más Morena, quieren justicia.

En Campeche, con Morena, ni campo, ni vida, ni futuro. Solo abandono, pobreza y traición.