Delfina pide voto de confianza mientras la violencia se desborda en Edomex
5/1/20252 min read


Jiquipilco, Edomex, 1 de mayo de 2025 — Tras el linchamiento de un presunto miembro del Cártel Jalisco Nueva Generación en la comunidad de Rancho Colorado, la gobernadora Delfina Gómez Álvarez hizo un llamado a la ciudadanía a “no hacer justicia por propia mano” y pidió un “voto de confianza” para su administración. Sin embargo, sus declaraciones han sido recibidas con escepticismo e indignación ante la falta de resultados reales en materia de seguridad en el Estado de México.
El hecho violento, que ocurrió a plena luz del día y ante la mirada de vecinos hartos de la delincuencia, es una muestra del vacío de autoridad y del creciente hartazgo social. En lugar de presentar acciones concretas o reforzar la presencia policiaca, la gobernadora centró su discurso en la necesidad de promover valores entre los jóvenes, sin mencionar ninguna estrategia inmediata para contener la violencia.
“Sabemos que a veces la ciudadanía está molesta, desesperada… pero pedimos su confianza”, dijo Gómez Álvarez, evadiendo asumir la responsabilidad directa de un clima de inseguridad que ha ido en aumento en varios municipios mexiquenses, particularmente en las zonas rurales.
El linchamiento en Jiquipilco, uno de los muchos actos de justicia por mano propia que se han registrado en la entidad, refleja la pérdida de confianza de la población en las instituciones estatales. En lugar de fortalecer las corporaciones de seguridad, capacitar a sus elementos o articular una estrategia efectiva contra el crimen organizado, la administración de Delfina Gómez ha optado por discursos vacíos y llamados a la paciencia.
Organizaciones civiles y vecinos han señalado que las denuncias no son atendidas, y que muchas comunidades viven prácticamente abandonadas por el gobierno estatal. Lejos de pacificar la región, los mensajes de la mandataria solo incrementan la percepción de falta de autoridad y ausencia de soluciones reales.
Mientras Delfina Gómez pide tiempo y confianza, los mexiquenses viven con miedo, enfrentando solos a la delincuencia, y cada vez más personas consideran la justicia por su propia mano como única salida ante un gobierno que no responde.