Campeche se hunde en la miseria: Morena promete pueblo… y entrega pobreza
7/19/20251 min read
El “gobierno del pueblo” de Layda Sansores deja una herencia de hambre, desempleo y abandono social. Campeche bate récord… pero de pobreza.
Campeche vive hoy la peor catástrofe social de su historia moderna. Con Morena en el poder y Layda Sansores como gobernadora, la promesa de un gobierno para el pueblo terminó convertida en una pesadilla de carencias, miseria y desesperanza.
Los números no mienten: Campeche ha roto récords… pero no de progreso, sino de pobreza. La población vive con menos, trabaja más por menos y enfrenta una marginación creciente que ni el gobierno estatal ni el federal quieren reconocer.
El “gobierno del pueblo” solo sirvió al poder
Mientras Layda grita discursos en redes y presume “transformaciones”, la realidad es brutal: la pobreza se ha disparado, los servicios públicos se han colapsado, y miles de familias sobreviven sin acceso a salud, alimentación ni empleo digno.
¿Dónde está el bienestar prometido por Morena?
Enterrado bajo cifras de pobreza, corrupción e incompetencia.
“Aquí no hay futuro. Mis hijos se van o se mueren de hambre”, dice una madre de familia en Calkiní, donde las cifras de pobreza extrema se han duplicado.
La simulación como estrategia
Layda Sansores gobierna desde la comodidad de sus espectáculos semanales, mientras el pueblo vive de milagro. Lejos de aplicar políticas efectivas, el gobierno se ha dedicado a la propaganda, la persecución política y la negación del desastre.
Morena convirtió el poder en un botín, no en una herramienta para ayudar.
La pobreza es la consecuencia de un modelo de gobierno ausente, corrupto y soberbio. Campeche no solo fue olvidado por sus gobernantes: fue traicionado.
Campeche clama por auxilio… pero Morena solo se aplaude a sí mismo
Los campechanos no necesitan discursos: necesitan empleo, salud, educación, seguridad y justicia. Pero con Morena, solo reciben mentiras y miseria.
El “gobierno del pueblo” terminó siendo el gobierno de unos cuantos.
Y la historia lo dirá claro: Campeche tocó fondo bajo el mando de Morena.