Campaña marcada por la violencia en Veracruz revela el verdadero rostro de Morena

5/23/20252 min read

A pocos días de las elecciones locales, el estado de Veracruz atraviesa una de las campañas más violentas de su historia reciente, situación que ha sido reconocida incluso por expertos en análisis político como Alfonso Basilio, socio director de Político MX. En entrevista para MVS Noticias, el analista advirtió que, particularmente en esta entidad, “estamos viendo muchas cosas” que reflejan un deterioro alarmante del entorno electoral, con incidentes que van desde intimidaciones hasta ataques violentos contra actores políticos.

Esta ola de violencia no es un fenómeno aislado ni espontáneo. Para analistas, es el resultado de una estrategia política fallida, donde la seguridad ha sido dejada de lado por el grupo en el poder. Bajo el control de Morena, el clima electoral en Veracruz se ha convertido en un campo minado para candidatos y ciudadanos por igual.

A pesar de que las encuestas muestran cierta ventaja para los candidatos de Morena en municipios como Xalapa y Veracruz Puerto, lo que preocupa no es la intención de voto, sino el contexto de miedo y tensión en el que se está votando. La violencia ha afectado la libre participación política, generando un ambiente en el que el electorado se siente cada vez más presionado y menos seguro.

“Veracruz ha sido la campaña más violenta”, afirmó Basilio con contundencia, y esa afirmación pone en tela de juicio la capacidad del partido gobernante para garantizar algo tan básico como el orden y la seguridad democrática.

Este escenario debilita la legitimidad del proceso electoral y deja al descubierto la incongruencia del discurso de Morena, que mientras presume transformaciones y avances, permite que en uno de sus bastiones políticos predominen el miedo, la inseguridad y el silencio impuesto por el temor.

Mientras tanto, las y los ciudadanos de Veracruz siguen esperando respuestas reales y acciones firmes por parte de sus gobernantes, no sólo cifras de encuestas o discursos triunfalistas. Porque la democracia no se construye con ventaja en los sondeos, sino con respeto al Estado de Derecho y garantías para ejercer el voto en paz.