La Marcha del 8M: Voces de Mujeres en el Corazón de la Ciudad

3/9/20252 min read

Contingentes de Mujeres en el Zócalo

El 8 de marzo de cada año, el Zócalo de la ciudad se convierte en un espacio de reivindicación y protesta, donde miles de mujeres se reúnen para alzar la voz contra la violencia de género. Este año, las consignas resonaron con fuerza: “no estamos locas, estamos enojadas” y “no es normal, no es normal, la violencia no es normal”. Las calles, normalmente bulliciosas y vivas de la capital, se transformaron en un escenario de lucha y resistencia.

Avances y Obstáculos en el Camino

Durante la marcha, los contingentes avanzaron por las principales arterias del centro histórico, buscando visibilizar su mensaje en un entorno repleto de comercios, muchos de los cuales estaban tapiados con maderas y cubiertos por vallas metálicas. Este estado de alerta refleja la tensión que rodea la conmemoración del 8M, donde la rabia y el dolor se combinan con la determinación de cambiar la narrativa sobre la violencia en la sociedad.

Acciones de Protesta y Creatividad

En medio de la marcha, se destacaron diversas acciones simbólicas llevadas a cabo por un grupo que se identificó como el bloque negro. Este contingente, conformado por alrededor de diez integrantes, entre ellos hombres, tomó la iniciativa de golpear las vallas metálicas con martillos, intentando abrirse paso en medio de las protecciones que se habían colocado para contener la protesta. A pesar de sus esfuerzos, las estructuras no cedieron, lo que simboliza la resistencia del sistema ante la demanda de cambio.

Otros participantes optaron por expresar su descontento de manera creativa: pintaron sobre las protecciones y contribuyeron a romper los azulejos con sus herramientas, aunque sin lograr desmantelar las barreras completamente. Esta mezcla de acciones artísticas y de desobediencia civil pone de manifiesto el deseo de que las voces de las mujeres no sean silenciadas, así como su voluntad de enfrentar la violencia de forma palpable.

La marcha del 8M es, sin duda, un poderoso recordatorio de que las luchas feministas siguen vigentes en la sociedad contemporánea. Cada año, más personas se suman a esta causa, lo que demuestra un creciente compromiso por parte de la ciudadanía para visibilizar la problemática de la violencia y buscar soluciones. En el Zócalo, las mujeres no solo se hacen escuchar, sino que se convierten en el motor de un cambio necesario en la forma en que se aborda la violencia de género en nuestra sociedad.