Andrea Chávez se enfoca en el agresor y no en la víctima: prioriza traslado de presunto infanticida en lugar de exigir justicia para el menor

Ciudad de México.– En medio de la indignación por el brutal asesinato del menor Jasiel Giovanny “N” en Chihuahua, la senadora morenista Andrea Chávez Treviño ha desatado controversia al centrar su discurso en el traslado del presunto agresor —un hombre trans— a un penal varonil, relegando a segundo plano la exigencia de justicia plena para la víctima.

Desde la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, Chávez presentó un punto de acuerdo donde, si bien menciona el crimen, su principal demanda fue que el imputado sea enviado a un penal conforme a su identidad de género, en lugar de permanecer en un centro femenil.

La postura de la legisladora ha causado molestia entre ciudadanos y defensores de derechos de las infancias, quienes consideran que su intervención refleja más preocupación por los derechos del presunto infanticida que por el castigo ejemplar y urgente que exige un crimen de tal magnitud.

“No basta con hablar de justicia social mientras se evita llamar las cosas por su nombre. El crimen fue atroz, pero parece que para la senadora lo urgente es el traslado del agresor, no la memoria de Jasiel ni la justicia para su familia”, señalaron voces críticas.

A pesar de que Chávez se dijo defensora de las infancias, su pronunciamiento no incluyó una condena firme contra el crimen ni exigencias claras sobre la responsabilidad penal del acusado. La omisión ha sido interpretada como una muestra de tibieza ante un hecho que exige una posición contundente.

Mientras la familia del menor asesinado espera justicia real, desde Morena se levantan voces que, lejos de priorizar a las víctimas, parecen más interesadas en cuidar formas políticas. Una vez más, el discurso oficial se aleja del dolor de las familias mexicanas.